En 1913 José Ingenieros, médico, sociólogo y filósofo argentino, se había expresado en parecidos términos en El hombre mediocre. Alguien que no lucha por ideales sino que, incluso, los combate porque afectan a su estabilidad, y se vuelve “sumiso a toda rutina, prejuicios y domesticidades, para convertirse en parte de un rebaño o colectividad cuyas acciones o motivos no cuestiona, sino que sigue ciegamente”.
Fonte: http://www.attac.es/la-sociedad-infantilizada/