Franklin Lobos a su hija al salir de la mina. I Reuters |
'La gran mayoría pensó que la empresa nos iba a dejar ahí. Salía más barato dejarnos morir que rescatarnos'
"La gente nos dice que somos héroes y no, no somos héroes, somos víctimas. Nosotros luchamos por nuestra vida no más, porque tenemos familias. Somos víctimas de los empresarios que no invierten en seguridad", dijo Lobos en una entrevista que publica hoy el diario El Mercurio.
Lobos, ex futbolista profesional de 53 años, indicó que la "gran mayoría" de los 33 obreros creyó que la compañía San Esteban, propietaria de la mina San José, los iba a dejar en el fondo del yacimiento después del derrumbe del pasado 5 de agosto.
"La gran mayoría pensó que la empresa nos iba a dejar ahí. Salía más barato dejarnos morir que rescatarnos", reconoció el minero, que el pasado miércoles fue el rescatado número 27.
Aseguró que nunca perdieron la esperanza de ser salvados, aunque hubo momentos difíciles. "Es que no dependía de nosotros, no teníamos ninguna posibilidad de salir", explicó.
El ruido de las sondas que perforaban la roca para hallarlos les devolvió la ilusión, aunque admite que les cayeron las lágrimas cuando la primera pasó de largo de la zona donde se encontraban.
"Y llorábamos, se nos caían las lágrimas porque veíamos que una posibilidad de salir se escapaba", recuerda Lobos.
Sobre el futuro, el ex futbolista se muestra dispuesto a trabajar de nuevo de minero, oficio al cual se ha dedicado durante los últimos cuatro años y que le ha permitido mantener a su familia.
"La mina no nos quiso llevar, la mina nos quiso con vida, porque nosotros no éramos los malos, éramos víctimas de los empresarios que ganan millones y no piensan en el sufrimiento de la gente pobre", lamenta Lobos, que hasta el día del accidente llevaba cuatro meses trabajando en el yacimiento San José.
Lobos, conocido como el 'Mortero Mágico' en los años 80 por su habilidad para lanzar tiros libres, ha recibido una propuesta de la FIFA para ofrecer charlas de motivación basadas en su experiencia en el fondo de la mina, donde se preocupó de dirigir los ejercicios físicos de sus compañeros para que se mantuvieran en forma.
Aunque todavía no se ha pronunciado sobre esta propuesta, lamentó que aparezca como consecuencia del encierro en la mina, y sostuvo que el acoso mediático al que son sometidos actualmente durará poco.
"Vamos a tener todo, van a llamar de todos los medios, pero en quince días, esto va a pasar", comentó Lobos.
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