Seguimos a la manada, pensando que ella nos sigue:
En un reciente estudio, que se publicó en la revista ‘Neuron’, se proporciona una explicación a la tendencia humana a guiarse por la conducta de los otros, a lo que se suele llamar la conformidad social. Muchas investigaciones anteriores demostraron el sutil efecto de la opinión de los grupos sobre los juicios individuales y no hay duda de que las personas examinan la conducta y los juicios de los otros en busca de información sobre lo que se considera una conducta aceptable y esperada.
Reinforcement Learning Signal Predicts Social Conformity, Vasily Klucharev, Kaisa Hytönen, Mark Rijpkema, Ale Smidts, Guillén Fernández; Resumen | Texto completo | PDF (842 kb) | Datos adicionales
Sin embargo, lo hallado por Vasily Klucharev, director del estudio citado y experto en neurociencia social de la Universidad de Radboud (Holanda), muestra que dicha conducta no sólo tiene bases psicosocio-culturales sino neurológicas también. Queda claro que a menudo cambiamos nuestras decisiones y juicios para seguir la conducta normativa del grupo, seguimos a la mayoría casi por pulsión natural. El grupo de Klucharev se planteó la hipótesis de que la conformidad social podría estar basada en el aprendizaje por refuerzo y que un conflicto con la opinión del grupo podría desencadenar una señal de “error de predicción“. Un error de predicción es una diferencia entre los resultados esperados y los obtenidos e indicaría la necesidad de un ajuste de conducta.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para examinar la actividad cerebral en sujetos cuyos juicios iniciales de atractivo facial estaban abiertos a la influencia de un grupo de opinión. En concreto, examinaron la zona cingulada rostral y el núcleo acumbens. Se cree que la zona cingulada rostral participa en el control de la conducta y que el núcleo acumbens anticipa y procesa las recompensas y el aprendizaje social.
Según cuenta Klucharev: “el presente estudio explica por qué a menudo automáticamente ajustamos nuestra opinión en la línea de la opinión mayoritaria. Nuestros resultados también muestran que la conformidad social está basada en mecanismos que obedecen a un aprendizaje de refuerzo y que están reforzados por la actividad de control de error neuronal que avisa de lo que es probablemente el error social más importante: ser demasiado diferente a los demás“.
Que significa esto, que los científicos han detectado raíces biológicas relacionadas con el cerebro, que está estructurado para seguir la moda o mimetizarse. El estudio establece que cuando las personas tienen opiniones divergentes, sus cerebros producen una señal de “error” en las zonas del cerebro citadas. Los análisis de Klucharev establecieron que desviarse de la opinión mayoritaria es procesado por el cerebro como un castigo: la zona cingulada anterior se vuelve extremadamente activa, ya que el sistema nervioso detecta un error y el núcleo accumbens se vuelve más lento, haciéndonos notar la diferencia. Nuestros cerebros están perfectamente sintonizados con lo que los demás piensan de nosotros, alineando nuestros juicios para que encajen con el de los demás.
http://humanismoyconectividad.wordpress.com/2010/06/22/conformidad-causa-desigualdad/